C.L.A
-Carlos, no es mentir si decimos que eres enfermero por verdadera vocación.
¿Por qué decidiste serlo?
C.F.A-
No siempre tuve claras mis ideas respecto a estudiar enfermería. En principio
cursé primero de medicina, pero descubrí que no me sentía realizado; quería un
contacto más cercano con los pacientes, contemplar de cerca sus vivencias,
cuidar de ellos... Fue entonces cuando comenzó la formación en Grado de Enfermería
, y entonces tomé la decisión de aprovechar esa oportunidad. Es una profesión
hermosa, aunque para poder desarrollarla es necesaria la vocación, porque
también hay momentos desagradables, y hay que saber manejar el equilibrio entre
empatizar con el paciente y no llevarte el trabajo a casa.
C.L.A
-Tras aprobar el examen del E.I.R (Enfermero Interno Residente) tuviste que
escoger especialidad. Una vez dijiste que tu elección se debe a que es la única
especialidad que no conlleva una enfermedad, sino un momento único e
inolvidable en la vida de la mujer. ¿Quieres comentarnos algo al respecto?
C.F.A-Es
una especialidad en la que abarcamos el cuidado y educación en torno a la salud
sexual, reproductiva y maternal de la mujer a lo largo de todo su ciclo vital,
por lo que en ocasiones trabajamos con mujeres que pueden padecer diversas
patologías, pero de cara a su atención, somos responsables de la asistencia al
parto normal y de embarazos de bajo riesgo, en los que poseemos la capacidad
plena de tomar decisiones al respecto, y saber cuándo derivar en caso de que
surja patología.
C.L.A -
Las sensaciones no se pueden describir, pero ¿podrías intentar describirnos la
tranquilidad que sentiste cuando recibiste la noticia de que habías aprobado el
E.I.R, con tan buen número que te permitía poder escoger especialidad y
quedarte en Oviedo como querías?
C.F.A-Cuando
obtuve mi número de orden lo primero que sentí fue una alegría inmensa y ganas
de celebrarlo, por otro lado estuve con nervios debido, en parte, a la
impaciencia por comenzar este camino y por otra de saber si estaría a la altura
y si sería lo que yo esperaba. Finalmente descubrí que no solo era mejor de lo
que había esperado, sino que además con el tiempo fui desarrollando las
competencias necesarias y viendo las caras de agradecimiento de las parejas a
las que acompañaba, y me sentí pletórico por poder compartir un momento tan
importante en la vida de una persona.
C.L.A -La gente tiende a pensar
que solamente las mujeres son matronas. ¿Te ha costado abrirte camino siendo un
hombre? ¿Qué opinas de quienes pueda resultarles <<curioso>> que un
chico las atienda en este campo?
C.F.A-La verdad es que aunque
desde fuera se observa como extraño, el equipo de profesionales que trabajan en
servicios de ginecología y obstetricia son personas de mente abierta, por lo
menos con los que me he topado hasta el momento. Además, en el hospital en el
que me estoy formando hay otros dos matrones.
Aunque en un comienzo pensé que algunas mujeres no se sentirían cómodas
conmigo en ese aspecto, he de decir, que para mi sorpresa, ninguna se ha negado
nunca a que la asistiera. En mi opinión es una cuestión de respeto; con un
trato correcto puedes alcanzar la confianza de las personas. Yo siempre les
explico a las mujeres todos los procedimientos y les pido su consentimiento
previo, les doy información y herramientas para que ellas mismas sean las que
tomen las decisiones. Además, desde un trato amable creo que la mayoría de las
personas se sienten seguras.
C.L.A
-Has tenido la oportunidad de conocer el antiguo HUCA y el nuevo. ¿Qué te ha
parecido la experiencia? ¿En algún momento, al inicio de la actividad en los
terrenos de <<La Cadellada>>, te pareció distinto al complejo
ubicado durante años en Buenavista?
C.F.A-Por
una parte echaré de menos el viejo HUCA, pero desde luego la oportunidad de
estrenar un hospital es única. Tiene aspectos nuevos y mejorados, aunque bien
es cierto que han surgido algunos problemas que se han ido subsanando poco a
poco y actualmente está en pleno rendimiento.
La
diferencia en cuanto al complejo es abismal. Al principio me encontraba un poco
perdido, como la mayoría, pero después de un tiempo, cuando te adaptas, es como
si llevaras ahí toda la vida.
C.L.A-Hablando
del HUCA ,y como ya hemos dicho que eres un joven polifacético, formaste parte
del equipo que se despidió de las antiguas instalaciones a ritmo de Happy, de Pharrell Williams; ¿cómo
resulta ver que muchas personas te paran por la calle porque les ha gustado tu
forma de bailar? ¿Cuándo grabaste el vídeo te imaginaste que llegarías a ser
<<famoso>>?
C.F.A-Yo
no diría tanto como muchas, más bien en alguna ocasión ha habido pacientes y
compañeros con los que me he encontrado
que me han reconocido por haber visto el vídeo, pero somos muchos los que
aparecemos en él.
Cómo te
comentaba, más bien ha sido un evento puntual; pero me ha encantado tener la
oportunidad de poder despedir al viejo hospital junto con mis compañeros y
compañeras.
C.L.A -Entre los
lugares en los que hiciste rotaciones en este primer año
de Residencia se encuentra la sección de ETS
(Enfermedades de Transmisión Sexual). ¿Qué consejos
le darías a la población, y en
particular al sector joven?
C.F.A-Les diría que
las apariencias engañan, que la salud
sexual es una parte muy importante en nuestras vidas, y que no debemos dejar
dicha responsabilidad en manos ajenas. Sino que por nuestro propio bien y el de
otros debemos emplear los métodos anticonceptivos que tenemos a nuestra
disposición, en especial el doble método, porque el embarazo no deseado es la
menor de nuestras preocupaciones en comparación con el resto de consecuencias
que puede conllevar la práctica de relaciones sexuales de riesgo.
C.L.A-Por casualidad comenzaste
a trabajar como matrón en el antiguo Hospital Materno Infantil de Oviedo, el
mismo que te vio nacer. Habrás oído hablar mucho de él durante tu infancia y
adolescencia, ¿pensaste alguna vez que tus pasos te llevarían de nuevo hasta
allí? (Aunque debemos especificar que en esta ocasión ya adulto y como
enfermero).
C.F.A-La verdad es que no, la
vida en parte se parece a un parto, nunca se sabe como empieza, lo que va a
suceder, ni cómo va a acabar; pero si al final el balance de las experiencias
vividas durante su transcurso es bueno, el esfuerzo habrá merecido la pena.
C.L.A-Tú ya has
nacido en un mundo <<internetizado>> y ya has conocido las
plataformas virtuales tanto en la facultad como en todo tipo de ámbitos. ¿Te
parece una buena opción de comunicación? ¿Empleáis en tu trabajo este tipo de
plataformas? Hemos dicho que eres <<un matrón 2.0>> porque sabemos
que eres usuario de las nuevas tecnologías y, precisamente, porque te ha sido,
o te es, necesario hacer uso de ellas. ¿Consideras acertada esta denominación?
C.F.A-Creo que es una
estupenda herramienta, siempre y cuando se le dé un buen uso. Cada vez se están
implantando más las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario. Actualmente
manejamos las historias clínicas a través de un sistema informático, una vez
conocido su uso, las posibilidades son inmensas. Creo que puede ayudarnos a
mejorar determinados aspectos de la atención al paciente, pero por otro lado
hay que saber manejar el punto justo para no caer en un sistema
despersonalizado y volvernos autómatas incapaces de entablar una conversación
cara a cara con las personas.
Cualquier
denominación es buena, siempre y cuando no conlleve una connotación peyorativa
y tengamos en cuenta que el léxico va evolucionando con el paso del tiempo,
adaptándose al mundo actual y liberándonos de las anclas etimológicas.
C.L.A-Para
ir terminando la entrevista me gustaría
plantearte una cuestión, que no es una pregunta como tal, sino una explicación,
si gustas, para dar a los lectores y así estos puedan acabar de conocerte
mejor: a pesar de que la mayor parte de la sociedad piense que los
profesionales de tu especialidad no os encargáis de más que de traer niños al
mundo y asistir a mujeres embarazadas o parturientas, no es así; porque también
os formáis en Ginecología y Obstetricia. ¿Por qué crees tú que la sociedad se
ha forjado esa idea?¿Cómo podríais vosotros hacerla cambiar de opinión?
C.F.A-Creo
que se ha forjado esa idea, porque durante varios años la formación como
matrona desapareció, y por ende, la población de matronas decreció drásticamente,
y se las relegó al espacio en el que en ese momento eran más necesarias, siendo
algunas de sus competencias paliadas por otros profesionales; pero actualmente,
debido a que esa formación se ha retomado hace algunos años, esa población está
recuperándose, hasta el punto en el que hay matronas en paro, mientras otros
profesionales ocupan puestos de enfermería obstétrico-ginecológica sin tener la
especialidad. Por ello, creo necesario,
por el bien de la salud de la mujer, que se vaya ampliando la contratación de
matronas, y se vayan recuperando esas competencias.
Para
hacer cambiar a la sociedad de opinión, lo único que tenemos que hacer, y que
ya estamos haciendo, es mostrarles a las mujeres lo que las matronas podemos
aportarles, para que sean ellas quienes demanden más matronas. Porque son las
mujeres quienes tienen el verdadero poder para cambiar la situación actual.
C.L.A-Muchas gracias por concedernos
parte de tu valioso tiempo, Carlos. No es muy común poder entrevistar a un
residente y, menos aún, de matrón. Ha sido todo un placer.